Definición y características de los gastos de distribución

Los gastos de distribución, más conocidos como gastos comerciales, corresponden a los gastos realizados para poner a disposición de los clientes los productos ya fabricados, es decir, los relacionados con el contrato mercantil y de compra venta, incluyendo todos los actos realizados desde que el producto está en los almacenes de acabado hasta que pasa a ser propiedad de los compradores, gastos propios, por tanto, de la gestión comercial o distributiva.
Estos costes comprenden dos tipos de gastos:

1. Aquellos que corresponden a una estructura o previsión de ventas que por ser normalmente objeto y consecuencia de un presupuesto interesa tener siempre bajo vigilancia, controlando su desarrollo por conceptos de gasto (mano de obra, material, equipo de oficina, mantenimiento...), y agrupados en centros de coste responsables en cada caso de cierta gestión comercial, así:

  • oficinas, delegaciones o almacenes destinados a la venta de determinados productos o en determinadas regiones;
  • oficina de exportaciones;
  • publicidad (muestras gratis, ferias, regalos y publicidad);
  • estudios de mercado, etc.
2. gastos que no tienen carácter estructural, sino que dependen proporcionalmente de la cifra de ventas de determinados productos o a ciertas regiones, y quedan ligados de de algún modo peculiar a las mismas pudiendo referirse a tasas o porcentajes, así:
comisiones;
  • bonificaciones o rappels;
  • cánones y licencias;
  • transporte o distribución por cuenta propia;
  • impuestos sobre las ventas (IVA);
  • otros.

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