Operaciones de regularización

Antes de efectuar las operaciones de cierre, contamos con un Balance de comprobación correspondiente al último mes del ejercicio. Si el ejercicio económico corresponde con el año natural, sería el Balance de compración al 31 de diciembre.
Por tanto tenemos:
  1. Punto de partida: Balance de comprobación.
  2. Operaciones de regularización (realización de un inventario físico o extracontable de todos los elementos de activo, fijación de los stocks de existencias finales de almacén según dicho inventario físico, dotación a las cuentas de amortización).
  3. Reclasificación de los ingresos y gastos, tratándolos de ajustar al ejercicio que se cierra.
  4. Se establece un nuevo Balance, después de las operaciones de reclasificación y regularización.
  5. De este Balance, se separan, para su centralización, las cuentas divisionarias de Resultado del ejercicio.
  6. Se obtiene la cuenta de Resultado del ejercicio.
  7. Se cierran las cuentas de Balance.
  8. Se obtiene el Balance de situación al final de ejercicio.
  9. En el ejercicio siguiente, se reabren las cuentas.
El inventario físico o extracontable. Este trabajo no es contable y su finalidad consiste en la confrontación de las cifras teóricas, registradas en la Contabilidad, con las cifras empíricas obtenidas por la observación.
En efecto, los saldos de las cuentas de Contabilidad  expresan los valores fijados en el momento de la contabilización, pero desde entonces han podido intervenir diversos cambios que hacen que tales cifras contables no expresen la realidad:
  • se ha reducido el precio de los materiales y/o el precio de las mercaderías, o ya no tienen aceptación en el mercado;
  • un crédito contra un determinado cliente resulta incobrable por insolvencia del mismo;
  • una máquina ha quedado totalmente superada por otra más moderna, resultando anticuada y perdiendo parte (o todo) su valor (obsolescencia)
Determinación de existencias finales. Es preciso el inventario físico de mercaderías, materias primas y productos, tanto si la empresa lleva inventario permanente como si no.
En el primer caso el inventario físico será preciso para ajustar las cifras de la contabilidad a la realidad.
En el segundo para hacer figurar en el Balance el valor de las existencias finales y poder determinar el resultado.

Dotaciones a las cuentas de amortización. Los elementos del inmovilizado: maquinaria, edificios, mobiliario... sufren una disminución de su valor por su uso o por el paso del tiempo. Es necesario, por tanto, que los valores contables expresen su valor real al mismo tiempo que reflejamos su depreciación.
Para repasar la forma de reflejar contablemente la amortización, pulsa aquí

Reclasificación de ingresos y gastos. Con esta reclasificación, tratamos de ajustar los ingresos y gastos al ejercicio que se trata de cerrar. Es lo que se conoce como periodificación contable, que se verá a continuación.

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