Planificación financiera (III)

Más aspectos a tener en cuenta para una buena planificación financiera.

Lo que se necesita para hacer un buen presupuesto de tesorería, es conocer las condiciones de cobro y pago y los flujos de tesorería que se van a producir, para ver qué financiación se va a necesitar.
Esto es lo que se conoce como el plan financiero de la empresa.

Lo primero que hay que hacer es lo que se conoce como el Presupuesto de explotación de la empresa, donde se incluyen en los distintos conceptos que se vayan a manejar, las previsiones de los mismos durante el próximo ejercicio.

Como son previsiones, lo normal es que los datos reales no coincidan con lo previsto, pero sería deseable que se acercaran lo más posible. Por ello es necesario que los datos no pequen de excesivo optimismo.

Así se suelen contemplar tres tipos de escenario: Realista, optimista y pesimista, para ver en qué márgenes se puede mover la empresa. La visión optimista contemplará unas mayores ventas y posiblemente unos menores gastos y la pesimista será lo contrario.
Estas simulaciones son necesarias para realizar el plan financiero o presupuesto de tesorería.

Efectivamente, cada uno de los conceptos incluidos en la cuenta de explotación tendrá unas condiciones de cobro y pago, por lo que se producirá un desplazamiento temporal sobre las fechas de realización de los mismos.

Dado que ambos presupuestos hay que periodificarlos, es decir, hacerlos por meses, se va a producir la situación que vemos en el ejemplo siguiente:

Si las ventas tienen unas condiciones de cobro a 90 días, las ventas realizadas en Enero se cobrarán, previsiblemente, en Abril, por lo que en el presupuesto de explotación aparecerán en el mes de Enero y en el de tesorería en Abril y, lógicamente, las sumas totales de ambos presupuestos no coincidirán en los mismos meses y lo mismo sucedería con los gastos y los pagos, en función de las condiciones pactadas.

Dado que posiblemente no todas las ventas se cobren de la misma forma ni todos los gastos se paguen igual, habrá que mover esas cifras en función de dichas condiciones.
Dado que ambos presupuestos hay que periodificarlos, es decir, hacerlos por meses, se va a producir la situación que vemos en el ejemplo siguiente:

Si las ventas tienen unas condiciones de cobro a 90 días, las ventas realizadas en Enero se cobrarán, previsiblemente, en Abril, por lo que en el presupuesto de explotación aparecerán en el mes de Enero y en el de tesorería en Abril y, lógicamente, las sumas totales de ambos presupuestos no coincidirán en los mismos meses y lo mismo sucedería con los gastos y los pagos, en función de las condiciones pactadas.

Dado que posiblemente no todas las ventas se cobren de la misma forma ni todos los gastos se paguen igual, habrá que mover esas cifras en función de dichas condiciones.

Una de las formas de calcular la cifra de ventas, especialmente en las empresas de servicios, es calcular el número de horas que se pueden destinar a la elaboración de dichos servicios, ya que no todas las horas laborales se pueden destinar a la “producción.

Como ejemplo de horas improductivas se pueden poner las dedicadas a los viajes, visita a clientes, atención al teléfono y cuestiones administrativas, y cualquier otra que impida la dedicación a la creación del producto que se quiere vender.
Esa cifra de ventas mínima nos indicará si tenemos, en principio, la capacidad necesaria para obtener esas ventas. Si la cifra que se prevé vender es superior a la del punto muerto, entonces podremos seguir adelante.

Una vez conocida esa cifra de ventas, si es posible también en unidades de producto o servicio, se puede conocer el costo de las mismas y, por diferencia, saber el margen bruto. A continuación aparecen los gastos fijos desglosados y al final se conoce el resultado.
Ese resultado puede ser positivo, nulo o negativo, siendo este último el más probable en el primer ejercicio.

Conocido el presupuesto de explotación, hay que realizar el presupuesto de tesorería para ver las necesidades de financiación de la empresa.
Tanto los presupuestos de explotación como los de tesorería, han de ser periodificados por meses, además de anualmente. El motivo, especialmente en el de tesorería, es muy claro. Las cifras pueden dar un excedente de tesorería a final de año y tener problemas de financiación en distintos meses de ese año.

Esta financiación puede ser de capitales propios y ajenos, normalmente un crédito bancario.
Hay que tener en cuenta que al principio no habrá ingresos o serán pequeños, por lo que hay que tener financiación suficiente para poder aguantar ese período difícil para la empresa.

La falta de financiación o una insuficiente, suele ser la causa de la mayoría de los fracasos empresariales, en especial durante el primer año de actividad.

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