Valor de cotización

Antes de leer y estudiar esta entrada, te recomiendo que des un pequeño repaso.

Bien, empecemos. Cuando los títulos cotizan en el mercado de valores, el valor de cotización o de cambio se fija por la ley de la oferta y la demanda, siendo muchos y muy diversos los factores que influyen en la fijación de la cotización o cambio:

1. situación económico-financiera de la sociedad,
2. situación económica sectorial (eléctricas, cementos, inmobiliarias...),
3. perspectivas futuras de la sociedad, empresa y del sector,
4. coyuntura de la política monetaria (cuando se habla de política monetaria, se habla sobre todo del precio del dinero, es decir, del tipo de interés),
5. situación política y económica del país,
6. coyunturas de los mercados internacionales,
7. otros factores.

Cuando los títulos no cotizan en el mercado de valores, la cotización se fijará por el valor teórico que se deduzca de los balances de esa sociedad. Al dividir el patrimonio neto por el número de acciones que componen el capital social, nos dará el valor teórico de una acción. Luego podrán valorarse otros aspectos extracontables, que podrán incrementar o disminuir ese valor teórico (en definitiva, la ley de la oferta y demanda).

En los títulos de renta fija, la fluctuación de la cotización es pequeña (en teoría); suele ser en función de la mayor o menor proximidad que hay desde la fecha de compra hasta la fecha de vencimiento de los intereses: cuánto más próximo esté el vencimiento, mayor será la cotización. Por lo tanto, más que una subida de cotización del título se trata de una subida del valor de los intereses. Por este motivo, hay que desglosar éstos del coste al contabilizar la compra.

Este valor de cotización de los títulos suele denominarse a la par (cuando coincide con el nominal), por encima de la par y por debajo de la par. Para entender el valor nominal, aquí.